jueves, 14 de septiembre de 2017

Nieves Delgado

¡Saludos, lectores!!!! Estamos en una nueva entrevista para Entretanto Magazine y Preguntas con arte, en este caso con la escritora Nieves Delgado. ¡Hola, Nieves! ¿Puedes presentarte tú misma para que nuestros lectores puedan conocerte?

Hola. No sé muy bien cómo presentarme, la verdad. Supongo que podría hacer una pequeña lista de lo que serían mis mayores logros, pero no creo que eso me defina demasiado. Si me tengo que presentar, diré que soy una persona con intereses muy diversos, entre ellos la ciencia y la literatura, aunque también me interesan mucho los temas sociales. Soy profesora de secundaria, eso es lo que me da la vida; el contacto con los adolescentes te ayuda a no morir intelectualmente. Cuando la enseñanza me lo permite, escribo; historias de ciencia ficción, casi siempre. Hace como unos cinco años que publico, primero en webs y revistas digitales, ahora también en papel, en varias editoriales. Y siempre, siempre tengo algo en la cabeza; a veces, tantas cosas que me gustaría poder dejar la mente en blanco. Pero no puedo.

Si alguien quiere saber más de ti, ¿dónde puede informarse?

Pues en pocos sitios, la verdad. Estoy en facebook como Nieves Delgado y en twitter como @NievesD36. Si queréis conocer mis obras, las podéis encontrar en la web tercerafundación.net o en la primera entrada de mi “padre adoptivo”, Daniel Pérez, en el proyecto AdoptaUnaAutora (http://boywithletters.blogspot.com.es/2017/03/adopta-una-autora-1-nieves-delgado.html).

Además de escritora eres también licenciada en física. ¿Hasta qué punto han influido tus estudios a la hora de escribir ciencia ficción?

Me han influido por completo. Y al revés, también. Las historias de ciencia ficción siempre me han gustado, soy lectora desde pequeña; así que cuando vi la famosa serie Cosmos, de Carl Sagan, me di cuenta de que todo encajaba. Con la ciencia ficción podía explorar los límites no ya de la ciencia, sino incluso de la sociedad y de la misma esencia del ser humano. La ficción me hacía plantearme preguntas y la ciencia me ayudaba a responderlas. Soy lectora (y espero que escritora también) de ciencia ficción rigurosa, coherente y reflexiva. Aunque tampoco le hago ascos a las historias ligeras bien contadas.

Vamos a repasar tus obras. Empecemos por “Casas rojas”, relato que recibió el premio Ignotus. Cuéntanos de qué va.

Casas rojas se desarrolla en un futuro cercano en el que la inteligencia artificial es una realidad. En ese contexto, se fabrican y comercializan robots sexuales (sexbots) cuyo uso plantea una serie de dilemas que aparecen a lo largo del relato. Es una historia que gira en torno a la cuestión del libre albedrío y al debate social sobre la prostitución.

¿Cómo te sentiste al recibir un Ignotus?

El Ignotus es un premio muy especial porque no lo concede ningún jurado, sino que son los propios lectores los que votan y eligen las mejores obras entre todas las publicadas el año anterior. Recibir el Ignotus fue un subidón de adrenalina, una confirmación de que algo estaba haciendo bien y un mandato de continuidad con la escritura. Es uno de esos momentos que guardas en una cajita para rememorar cada vez que lo necesitas. Y sí, ya he abierto la cajita un par de veces.

Sigamos con “Dieciocho engranajes”. Háblanos de esta antología.

Pues Dieciocho engranajes es un punto de inflexión en mi trayectoria literaria. Es una antología de muchos de los relatos que tenía publicados hasta el momento, incluido Casa rojas, y salió con la editorial Adaliz con la intención de ser un cierre de etapa. Quise despedirme así del formato corto para embarcarme en proyectos de mayor extensión, no porque me parezcan más dignos o importantes, sino porque vi que el relato corto se me quedaba pequeño para lo que quería contar. Empecé a escribir una novela que tengo ahora mismo parada porque se cruzaron otros proyectos que también me interesaron, pero la retomaré en cuanto pueda. Dieciocho engranajes, no obstante, es un libro muy especial para mí, porque ahí hay relatos de muy diferente pelaje que reflejan cómo ha sido mi evolución en esto de la escritura.

Y abordemos la que, hasta ahora, es tu obra más ambiciosa, “36”, novela corta publicada por Cerbero. ¿De qué va?

Es la historia de una inteligencia artificial (IA) en un mundo en el que las IAs son comunes. En realidad, si te soy sincera, es una manera de analizar la sociedad humana a través de unos ojos externos, una forma de situar la mirada más allá de nosotros mismos. Y es también un intento de romper con los clichés tradicionales sobre los robots, como los llamaba Asimov, que dominan prácticamente toda la literatura del género. 36 cuenta la evolución de una IA en un mundo de humanos y nos devuelve esa imagen como si se tratara de un espejo. Si se quiere mirar o no ese espejo, eso ya es decisión de cada uno.

36” plantea numerosos dilemas de índole moral y metafísica. Supongo que es intencional. ¿Te has basado en tus propias experiencias a la hora de plasmarlos?

Por supuesto. Treinta y seis se plantea las mismas cosas que me planteo yo porque su experiencia, o lo que en el libro se deja ver de ella, está tamizada por mi propia experiencia del mundo. Me encantaría que ella pudiese plantear cuestiones que a mí ni se me pasan por la cabeza, pero eso es una paradoja en sí misma. Treinta y seis se dedica a observar la sociedad y sacar sus propias conclusiones, siguiendo un esquema lógico de pensamiento.

Háblanos de su protagonista, cuyo nombre, o mejor dicho número, da título a la novela.

En realidad su nombre es Treinta y seis, el hecho de que figure 36 como título de la novela es debido a que ese número, que se le asigna a la IA por un simple suceso de azar (corresponde al cuerpo que estaba libre en el momento de su nacimiento), es el origen del nombre. 36, en número y bien grande, es lo que figura en su pecho. Lo primero que me gustaría decir sobre Treinta y seis es que nace, como IA que es, con una inteligencia superior a la humana, pero con un desarrollo emocional muy primitivo. A medida que pasa el tiempo, crece emocionalmente y experimenta un aprendizaje similar al que tendría un humano, pero con otros tiempos. El hecho de nacer ya con una inteligencia adulta pero no haber sido mediatizada por la educación social, hace de Treinta y seis un ser muy incisivo con todo lo que se refiere a los humanos. Y eso le trae algún que otro problema.

¿Cuáles fueron tus fuentes de inspiración a la hora de escribir “36”?

Por supuesto, todas las historias de robots de Asimov. De joven me encantaban esos dilemas con los que se buscaba siempre romper alguna de las tres leyes de la robótica, recuerdo estar siempre de parte del pobre robot y rabiar porque se le trataba como si fuera una simple máquina. Pero a un nivel más profundo, los replicantes de Blade Runner me inspiran mucho más. Y me refiero a Blade Runner y no a la novela de Philip K. Dick que dio lugar a la película porque son esos replicantes, más humanos que los humanos, los que me despiertan empatía. Creo que, debajo de todo esto, está el concepto de que “lo humano”, como aquello que es digno de ser dotado de derechos, trasciende la pura biología y puede ser trasladado a cualquier ente sea consciente de su propia existencia y capaz de experimentar el sufrimiento.

Desde hace mucho, se adaptan obras de ciencia ficción al cine. ¿Te gustaría, en un futuro, ver “36” adaptada, por ejemplo, en un cortometraje?

Claro, sería estupendo. Siempre que no destrozaran a Treinta y seis buscándole algún novio o novia, o alguna de esas cosas que les gusta hacer en Hollywood. Me encantaría ver a Treinta y seis en la gran pantalla, creo que podría ser un personaje muy potente.

Además de “36”, estás preparando tu primera novela. ¿Nos puedes adelantar un poco de su argumento?

Pues… la verdad es que no. Supongo que todos tenemos nuestras manías, la mía es no hablar de proyectos que están en marcha. En cualquier caso, lo que sí te puedo decir es que se trata de una distopía y que la historia comienza en un planeta que no es la Tierra.

¿Te ves escribiendo algún género que no sea ciencia ficción?

Sí, en realidad ya lo he hecho. Tengo algún relato de terror y algunos más que no están dentro del género fantástico. Me veo escribiendo muchas cosas y, sobre todo, experimentando. Lo que más me apetece ahora mismo es experimentar con el estilo y probar cosas nuevas.

Ya terminando, ¿esta entrevista te ha parecido divertida o aburrida?

Ni una cosa ni la otra. No te creas que soy yo la alegría de la huerta, la verdad es que mi sentido del humor es muy particular y divertir, lo que se dice divertir, me divierten pocas cosas. Eso sí, he pasado un muy buen rato contestando las preguntas. A mí es que me hablas de ciencia ficción y me puedo pasar hablando horas.

Y ya para terminar, ¿puedes mandar un saludo a nuestros lectores?

¡Claro! Un saludo muy grande para todos los seguidores de Subcultura, del magazine y del blog. Espero os haya gustado la entrevista, si tenéis alguna pregunta o queréis hacer algún comentario, podéis contactarme por facebook o por twitter. ¡Gracias por leerme!

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